Culleredo está habitado desde la prehistoria.
Del período neolítico quedan las huellas del megalitismo, cultura caracterizada por la construcción de monumentos funerarios: las mámoas, del latín mámula (mama), consistentes en un dolmen, muchas veces con corredor, que luego se tapa con piedras y tierra.
Se sabe por diversos estudios que en la zona de A Zapateira, abarcando buena parte de lo que hoy son las parroquias de Rutis y Orro, existió un importante complejo funerario de casi 40 mámoas, y, que, asimismo en el monte Xalo, donde se localizan piedras con cultos religiosos precristianos asociados ("Pedras Galladas", "Iglesia dos Mouros", etc.), perviven todavía restos profanados de estos monumentos.
Se cree, además, que dos caminos megalíticos atravesaban el municipio: uno, que desde Arteixo y Uxes iría hacia O Burgo, y otro que saldría de Elviña en dirección al Xalo.
En alguna de las mámoas excavadas se han encontrado ajuares funerarios, consistentes en fragmentos de sílex, hachas pulimentadas, etc.
Estos complejos funerarios tendrán una antigüedad de 4.000 a 6.000 años.